Apple ha podido registrar una nueva patente en la que podemos ver un Apple Watch totalmente rediseñado, en el que la pantalla, la caja y la correa forman en conjunto una única pieza.
En este nuevo Apple Watch, se podrían colocar sensores biométricos a lo largo de toda la correa, potenciando aún más las capacidades del reloj de Apple para medir las constantes vitales del usuario, que, como ya sabemos, es uno de los puntos más fuertes del Watch: Apple quiere que su reloj sea todo un dispositivo médico que ayude a los usuarios a controlar mejor su salud.
La pantalla, igualmente, se extendería no sólo en la zona más ancha del reloj típicamente dicha, sino también a lo largo de la correa, aunque obviamente por el lado exterior, dejando los sensores en el lado interior. Esta pantalla, por supuesto, debe ser flexible y por lo tanto sin panel de retroiluminación, lo que obliga a día de hoy a utilizar una pantalla OLED.
Como ocurre con todas las patentes de Apple (y de cualquier empresa) que la compañía registre una patente como esta no quiere decir que los días en los que el Apple Watch está en una caja metálica o de cerámica y se una a unas correas, estén contados, ni mucho menos. La verdad es que cuesta bastnte imaginar a Apple dar de lado su negocio de correas para el Apple Watch, que actualiza regularmente y que probablemente supone un buen montón de millones de dólares de ingresos en sus cuentas bancarias.