Ya disponible la página en la que pedir la indemnización a Apple por haber ralentizado deliberadamente varios modelos de iPhones

Los residentes en EEUU que hayan tenido un iPhone afectado por el problema de las ralentizaciones deliberadas al actualizar a iOS 10.2.1, ya pueden pedir su compensación a Apple. La compañía pagará 310 millones de dólares a todos los que hagan su petición, así que se espera que cada usuario que lo reclame reciba aproximadamente 25 dólares. Es menos dinero de lo que se esperaba hace unos meses.

Batería del iPhone 11 Pro
Batería del iPhone 11 Pro (vía iFixit).

Si eres residente en EEUU y quieres tus 25 dólares, puedes pedirlos a través de esta página.

Apple reconoció haber ralentizado iPhones más antiguos de manera deliberada. Su error no fue hacer eso, sino simplemente no informar de por qué lo hacía. Todas las baterías de iones de litio se degradan con el tiempo y el uso, y tarde o temprano, las baterías de todos los iPhones (y las de cualquier otro smartphone) dejan de ofrecer el mismo rendimiento. Esto ocurre también a tablets, ordenadores portátiles o incluso coches eléctricos. Por ahora no tenemos una tecnología de batería mejor que nos permita evitar este problema, o mejor dicho, no tenemos una tecnología de baterías que permita fabricarlas por poco dinero y de manera rentable y segura, que no presenten degradación.

Cuando una batería degradada intenta proveer al iPhone los picos de energía que se requieren cuando la CPU funciona al 100% de capacidad, fallan. No pueden proveerla, y el sistema detecta una caída de tensión que causa un apagado del sistema. Si esto ocurre, Apple baja la frecuencia de reloj de la CPU haciéndola más lenta, pero también consiguiendo que no pida picos de energía que la batería ya no puede ofrecer. De esta manera, efectivamente tenemos un iPhone más lento, pero es un iPhone que de otra manera estaría apagado, y todos estaremos de acuerdo en que es mejor tener un iPhone lento que uno apagado.

Apple nunca explicó esto hasta que ya era demasiado tarde. Publicó iOS 10.2.1 con este cambio de comportamiento y cuando se descubrió que había un sistema que bajaba el rendimiento de la CPU a propósito, muchos acusaron a Apple de querer incentivar la compra de nuevos modelos de iPhone haciendo que los antiguos funcionen más lento. No era ese el caso, pero sí era lo que parecía. Está claro que Tim Cook no supo ver venir este problema. Apple pidió disculpas y ofreció una explicación, pero en EEUU las demandas se acumularon y hoy la principal de ellas da su fruto en forma de indemnización de 310 millones de dólares, que Apple ha acordado pagar simplemente para pasar página y ahorrarse un dinero que muy probablemente no recuperarán nunca, porque saben que es un juicio que tienen perdido.

iOS incluye ahora un apartado de Salud en la App de AjustesBatería en donde da a conocer su la batería de tu iPhone ha sufrido una caída de rendimiento que haya obligado al sistema a ralentizarse para evitar apagados inesperados.

Salud de la batería en iOS 13

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