Un hombre del estado de Ohio en EEUU llamado Josh Hillard ha sido noticia hoy al hacerse público que su iPhone XS Max empezó a calentarse exageradamente y empezó a echar humo, estando en un bolsillo de su pantalón. Lo había comprado nuevo tan sólo tres semanas antes del incidente.
Rápidamente se quitó el pantalón y luego sacó como pudo el iPhone del bolsillo, tras lo cual hizo las fotos que ilustran este artículo. Está claro que la batería tuvo algún problema, y como ha ocurrido antes en otros iPhones, muchos otros smartphones Android o en general en cualquier aparato que lleve una batería de iones de litio.
Según cuenta, ya fue a una Apple Store y a pesar de que la compañía ya le ha ofrecido un reemplazo gratuito, Hillard está estudiando acciones legales porque ha inhalado mucho de ese humo probablemente muy tóxico mientras intentaba quitarse los pantalones. Los empleados de la tienda le ofrecieron un iPhone XS nuevo a cambio de darles la unidad estropeada, además de algún tipo de compensación por su ropa quemada. Intentaron sacar la SIM del teléfono. pero la bandeja con la tarjeta dentro estaba deformada y no pudieron extraerla. Llevaron el iPhone a una habitación en el interior de la tienda, en la zona en donde los clientes no pueden entrar, y tardaron 40 minutos en volver a atenderle. Nadie habló con él en ese tiempo, así que él pidió que alguien buscara a ese empleado que se llevó su iPhone XS quemado. Poco después salió con el iPhone XS dañado, listo para ser enviado en una caja a algún departamento de ingenieros de Apple, pero Hillard no quería deshacerse de él por alguna razón que no explica, aunque nos imaginamos que es para poder utilizarlo como prueba en una demanda contra Apple.
Al no poder quedarse con el iPhone XS quemado, los empleados de esa Apple Store se negaron a darle un iPhone XS de reemplazo, o compensarle por cualquier otro daño. Tras permanecer en la tienda una hora después de la hora de cierre, Hillard se llevó su iPhone XS quemado a casa y ahí terminó ese día.
Vía: iDropnews.