Un adolescente australiano de 16 años de edad ha conseguido desde Melbourne la pequeña hazaña de hackear unos servidores de Apple con datos confidenciales que no han transcendido públicamente, concretamnete 90 GB, que guardó en su ordenador simplemente porque podía hacerlo. Hizo esos accesos a lo largo de un año, múltiples veces.
Apple se dio cuenta del acceso, cerró el mismo y después notificó al FBI norteamericano lo que ocurrió, que a su vez, pasó el caso a la policía federal de Australia, que siguió el rastro hasta llegar al joven estudiante, que ya ha sido detenido y ha reconocido lo que ha hecho. Inicialmente, la noticia contaba que este chico había conseguido acceder también a datos privados de usuarios de Apple.
Probablemente dentro de unos años sea contratado por una gran empresa de seguridad o quizás por la propia Apple, pero por ahora lo único importante de toda esta historia es que ninguno de esos 90 GB de datos son datos personales de ningún usuario, según ha confirmado la propia Apple a The Guardian. Sólo ese estudiante y Apple saben qué tenían esos datos exactamente pero probablemente no sea nada realmente importante. Las fotos de tus gatos, están a buen recaudo
Vía: TheAge.
