Samsung a vuelto a publicar un anuncio utilizando la comparación de smartphones, esta vez yendo un paso más allá de lo habitual y mostrando incluso empleados de Apple, con una camiseta que tiene el logo real de Apple, en una Apple Store falsa, hablando con una cliente insatisfecha con la velocidad de su iPhone 6, que funciona más lentamente porque tiene una batería degradada, algo habitual en cualquier smartphone con el paso del tiempo y los ciclos de carga y descarga en el uso normal. Al final ese cliente de Apple, cansada de esperar a que se abran las Apps, acaba comprandao un Galaxy S9.
Es divertido ver cómo comparan el S9 con un iPhone 6, y no con un iPhone X por ejemplo – pero es normal, porque es precisamente a esos usuarios de iPhones de hace unos tres años de edad a los que se dirige, tentándoles con un smartphone último modelo de su marca. Es un movimiento inteligente por parte de Samsung pero ese logo en la camiseta del dependiente de la Apple Store probablemente les va a llevar a dar explicaciones en un juzgado muy pronto. La publicidad comparativa es habitual en EEUU y Apple también la utiliza (lleva años haciéndolo), pero siempre sin mencionar marcas ni mostrar logos ajenos.