Una de las carencias de diseño que se le pueden achacar a los cables USB-Lightning que Apple entrega con cada iPhone, es que no son resistentes al agua. Puede parecer obvio no mojar un cable de carga, pero en ciertas situaciones como lugares con mucha humedad o un cuarto de baño, puede resultar útil tener un cable Lightning que sabes que no se va a ver afectado por el agua. Esto es justo lo que nos muestra una nueva patente de Apple.
En la patente, Apple nos muestra una especie de recubrimiento que protege el conector metálico de elementos como el agua, aunque viendo los dibujos uno podría pensar que quizás esa protección viene integrada en el propio conector Lightning de un dispositivo iOS. Más bien parece una especie de elemento aislante en el comienzo del conector que, una vez insertado, evita que el agua entre dentro del mismo y pueda provocar un cortocircuito.
Como siempre ocurre con las patentes, una cosa es que Apple tenga una idea o un prototipo y lo registre, y otra muy diferente que esa idea algún día se comercialice. Sólo una pequeña parte de las miles de patentes que Apple tiene registradas son utilizadas en productos que nosotros, los usuarios, acabamos usando en un iPhone, iPad o Mac. En cualquier caso, más que resistencia al agua, lo que más nos gustaría que Apple investigarse es cómo conseguir que sus cables no acaben pelados y estropeados con el uso normal, sin haberlos maltratado, cuando pasan unos años. Es raro el cable USB de Apple que no sufre daños de este tipo con el paso del tiempo.
Como vemos arriba, es un mal endémico que llevamos sufriendo desde hace varios años. La calidad de la goma que recubre los cables Lightning de Apple ciertamente ha mejorado en las últimas generaciones pero continúa sin ser suficientemente resistente para aguantar un uso normal de varios años, y por esa razón es fácil ver estos cables amarilleados o directamente rotos, exponiendo los cables en su interior, obligando a volver a cubrirlos con una generosa cantidad de cinta adhesiva.