Bajo estas palabras puedes encontrar una entrevista muy exclusiva porque en ella tenemos a Scott Forstall, ex-directivo de Apple, uno de los principales colaboradores en el desarrollo del iPhone original y también uno de los mejores amigos de Steve Jobs en la compañía. Forstall dejó Apple al finalizar el año 2012 tras un desencuentro con a Tim Cook, producido por la baja calidad de los mapas con los que la compañía pretendía sustituir a Google Maps, pero que resultaron ser muy deficientes en su lanzamiento. Lo curioso, es que desde que se fue de Apple no había abierto la boca para nada. Nunca ha hablado mal de Apple, nunca ha contado nada de lo que pasó. Su perfil ha sido muy comedido, y tampoco se ha ido a trabajar a ninguna otra empresa a pesar de que muy probablemente tendrá ofertas millonarias sobre la mesa. Su perfil, ha sido siempre muy discreto, justo lo que Apple necesitaba tras la salida de una de sus figuras más importantes.
Muy divertida la anécdota que cuenta de Jobs; todos los martes comían juntos en la cafetería, y al terminar todos los empleados pasan su código de barras para que les descuenten 8 dólares de su sueldo, que es el precio de la comida. Steve Jobs siempre insistía en pasar su propio código de barras en lugar de dejar que Forstall pasada el suyo. ¿Por qué? – bueno, no es que le estuviera invitando… la razón es que el sueldo de Jobs era de un dólar al año. Por eso, nunca llegaba a pagar esos platos – Steve Jobs cobraba todo vía acciones de la empresa, y esa parte sí, le hizo muy rico. No necesitaba un sueldo.
Otra curiosidad interesante; todo el desarrollo de lo que luego fue el iPhone empezó porque Jobs quería demostrar a alguien de Microsoft que le caía muy mal cómo se hacía una tableta multitouch… y no, esa persona no era Bill Gates.