Apple revela oficialmente que tiene planes de futuros coches autónomos

Llevamos mucho tiempo escuchando rumores de ese hipotético coche de Apple, desde comienzos del año 2015, proyecto que internamente se llama Titan en la compañía. Con el paso del tiempo parece que este proyecto, más que un coche propio, tiene como nuevo enfoque el desarrollo de un sistema informático que dote de autonomía a un vehículo; dicho de otra manera, Apple podría estar invirtiendo ahora en la investigación y desarrollo de un sistema que permita a un coche conducir completamente sólo, desde un punto a otro, sin intervención humana de ningún tipo y por cualquier tipo de carretera.

Concepto de diseño de coche de Apple

No obstante, al pesar de todo este tipo, hasta ahora Apple nunca había dicho (ni había negado) que esté trabajando en la industria automobilistica. En una carta de Steve Kenner, director de integración de productos en Apple, dirigida al regulador federal del gobierno norteamericano, la U.S. National Highway Traffic Safety Administration (NHTSA) que intenta establecer las bases y reglas para el advenimiento de los coches autónomos, Apple pide que haya las mismas oportunidades tanto para los fabricantes establecidos como para los que, como ellos, llegan ahora a esta industria. La carta se envía debido a la incertidumbre de poder conseguir un retorno económico después que todo ese dinero que admiten estar invirtiendo en el desarrollo de vehículos autónomos y sistemas de aprendizaje de máquinas, inteligencia artificial y otras tecnologías relacionadas. Esta carta es la primera prueba que claramente demuestra que Apple trabaja en sistemas para vehículos autónomos.

Apple lleva ya unos dos años trabajando en esta industria, y aunque parece que ya tienen vehículos que pueden conducir solos en circuitos cerrados, construir un coche tiene muy poco que ver con construir un iPhone. Es una industria muy dura, en la que es difícil entrar y que además requiere de una inversión económica enorme. El dinero no es problema para Apple, pero conseguir desarrollar algo tan complejo como un coche que puede conducir completamente sólo con total seguridad es muy difícil. En esa industria, hay muy poco margen para el fallo. Si un iPhone se cuelga, lo reinicias y ya está. Si se estropea, lo llevas a una Apple Store y te lo arreglan. Si el sistema de conducción autónoma de un coche se cuelga y se estrella, no hay lugar para nada de eso.

Vía: Venture Beat, Financial Times.

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