Varios empleados de una Apple Store en Australia, concretamente en suburbio de Carindale, Bribane (Queensland), han sido despedidos por haber tomado fotos de clientes sin su conocimiento ni permiso y luego compartido entre otros empleados de esa Apple Store y probablemente otras más en Queensland. Una vez que las compartían en su grupo, les daban una puntuación del ! al 10 en función de lo sugerentes que les parecieran esas fotografías, tomadas apuntando a partes concretas de clientes y otras compañeras de trabajo femeninas.
Además de tomar fotos, parece ser que también las hurtaban de los iPhones de los clientes que esperaban a que sus reparaciones o evaluaciones de estado del terminal terminaran. Esto fue precisamente lo que les delató… un compañero vio a otro hurgando entre las fotos del iPhone de un cliente, algo que está terminantemente prohibido. La investigación dio como resultado el despido de estos empleados, aunque su número no ha trascendido.
La noticia la dio primero el Courier Mail australiano, y Apple ha confirmado a la BBC que esos empleados ya están despedidos… no obstante también dicen que no han encontrado evidencia de que hayan hurtado fotos de iPhones de clientes. Esto es bastante contradictorio porque si no han encontrado esa evidencia, pero a pesar de todo les han despedido, es que algo habrán encontrado.
En cualquier caso parece que la investigación continúa y que Apple ha enviado a Australia a parte de la directiva de recursos humanos de la compañía, probablemente para tratar con la investigación paralela de las autoridades australianas.