Como todos los años, cuando un nuevo modelo de iPhone se lanza al mercado, en IHS hacen una lista de los costes de cada uno de los componentes que tiene para dar la cifra del coste que tiene para Apple fabricarlo. Es sólo una cifra aproximada, mucho más baja que la real, porque en ese precio no está incluido la investigación y el desarrollo, y tampoco está la logística, ni los costes de sus tiendas físicas, ni del marketing… y así podríamos seguir durante mucho tiempo. Pero aún así, es interesante comprobar cuál es el coste de los componentes del nuevo iPhone comparado con modelos anteriores del smartphone de Apple.
La lista de componentes del iPhone 7 nos indica que un modelo con 32 GB de capacidad le cuesta a Apple 219,80 dólares. En la tienda, lo vende por 649 dólares. Dicho de otra manera, el precio del iPhone 7 en una Apple Store triplica al del coste de sus componentes en el mercado, aunque repetimos que el coste del iPhone es mucho más elevado para Apple que esos 219,80 dólares… más que nada porque nadie va a explicarles cómo se crea una pieza aluminio unibody con ese corte tan perfecto, ni les cuenta cómo crear esa aleación de aluminio, ni el chip ISP dentro del procesador A10 que procesa las imágenes a velocidad de vértigo, por ejemplo. Tampoco les explica nadie cómo crear un procesador que haga del iPhone el más rápido del mercado cada año… todo eso viene de las investigaciones de cientos de personas, sino miles, en los laboratorios de Apple. Son personas muy cualificadas que no trabajan gratis.
A pesar de todo eso, está claro que Apple saca unos buenos beneficios por cada iPhone que vende. Esa es la razón gracias a la cual tienen más de 230.000 millones de dólares en efectivo en sus cuentas bancarias por todo el mundo.
El coste de los componentes del iPhone 7, eso sí, es más caro que el del iPhone 6S, en concreto 36,89 dólares más caro. Teniendo en cuenta que ambas máquinas cuestan lo mismo (exceptuando el modelo de 5,5″, que es ligeramente más caro ahora), se podría decir que el margen de beneficio por cada terminal este año sea ligeramente inferior al del año pasado.
Otro de los detalles a tener en cuenta es ese nuevo acabado que Apple llama jet black en inglés y simplemente negro brillante en español. Este iPhone, aunque sólo esté disponible en versiones de 128 y 256 GB de capacidad, tiene el mismo precio que sus hermanos en acabados mate negro o cualquiera de las dos tonalidades doradas. Sin embargo esa carcasa Unibody de aluminio que parece cristal requiere de mucho más tiempo para ser fabricada ya que pasa por muchos más procesos, y además el número de carcasas que son desechadas al tener algún defecto también es más alto, incrementando el coste. Por lo tanto, con el modelo negro brillante Apple tiene un margen de beneficios incluso menor que con el resto de modelos de iPhone. Esta dificultad en su fabricación es de hecho la razón por la que es el modelo que más está escaseando en su lanzamiento; Ni siquiera en las Apple Store lo tienen para mostrar encima de sus mesas estos días.