Aunque a muchos les cueste creerlo, desde que iOS 8 se lanzó, ni siquiera la propia Apple es tecnicamente capaz de extraer información guardada en un iPhone. No es que no quieran, sino que no pueden. Ya ha ocurrido en varias ocasiones que un Juez ha pedido a la compañía extraer datos del iPhone de un acusado, y la compañía se ha negado argumentando que no pueden… aunque tampoco querrían si pudieran. En Apple pensaron hace años que la mejor manera de evitar que les hicieran esas peticiones era obligándose a ellos mismos a no poder entrar en el dispositivo iOS de nadie. Y así lo hicieron.
Antes de la llegada de iOS 8, Apple guardaba unas llaves de cifrado que básicamente les permitía entrar en cualquier iPhone, iPad o iPod touch aunque no supieran la clave de la pantalla de bloqueo. Con iOS 8, esta posibilidad se acabó porque Apple dejó de guardar esas llaves, y ahora, simplemente, no existen. El 90% de usuarios de iPhone utiliza iOS 8 o versiones superiores.
Esta manera de proceder ha provocado que Apple se gane una serie de enemigos en el Gobierno de EEUU, que apoya la Cybersecurity Information Sharing Act, más conocida como CISA, una propuesta de Ley que básicamente obliga a cualquier compañía tecnología a proveer datos privados de sus usuarios si se determina que es necesario para la seguridad del país y un Juez así lo determina.
No sólo Apple, sino también Microsoft, Google, Amazon, Dropbox y Facebook entre otras compañías tecnológicas de EEUU se han opuesto a la CISA al menos en la forma en la que está redactada ahora. Pero ya sabemos que, pase lo que pase, en Apple no darán esos datos de los clientes… simplemente, porque no pueden. Es bueno saber que la privacidad de sus usuarios está por encima de todo para ellos.