Tim Cook ha anunciado hoy que sus primeros servidores para inteligencia artificial fabricados en EEUU han empezado a enviarse a sus centros de datos para mejorar y ampliar la capacidad de Apple Intelligence. Por supuesto, Cook ha aprovechado el momento para recordar que esto forma parte de la inversión de 600.000 millones de dólares que Apple hace en EEUU y así dejar contentos a los que mandan en la Casa Blanca.
Estos servidores son máquinas con un procesador propio ARM, como son ahora todos sus dispositivos, diseñado para ejecutar eficientemente los modelos LLM y de inferencia que hacen funcionar las distintas IAs de Apple Intelligence. No se saben detalles de este chip pero son los primeros que Apple diseña chips para su propia empresa, y no para vender a usuarios de Mac, iPhone o iPad. Nos imaginamos que las mejoras sobre todo en consumo energético son enormes en comparación con servidores basados en procesadores x86 de Intel o AMD. Que además esté fabricado en EEUU es también un hito importante para la compañía.
El servidor en sí es quizás difícil de ver en la imagen de arriba. Es el ordenador plano, muy delegado pero muy amplio, que se instala en racks o muebles de servidores apilados unos encima de otros e interconectados con cientos de kilómetros de cable de red en enormes edificios que luego son refrigerados y mantenidos a una temperatura constante y adecuada para estas máquinas.
Cada vez que alguien hace una petición online a uno de los modelos de inteligencia artificial de Apple que no son locales, se envía la petición a uno de esos servidores y se ejecuta lo antes posible, para quedar disponible ese recurso para el siguiente usuario. Todo esto ocurre cientos de miles de veces por segundo en decenas de miles de servidores en estos enormes centros de datos.
Estos servidores están destinados al centro de datos que Apple tiene en Houston.
