Mientras esperamos a que el próximo día 9 de septiembre Apple nos cuente cómo es el iPhone 17 y el resto de modelos, van apareciendo nuevos pequeños detalles, aunque muy nimios, de lo que van a presentar. Uno de estos filtradores chinos que han tomado protagonismo en los últimos años por encima de los soplos de Mark Gurman o de Job Prosser, nos cuenta ahora que varias de las principales novedades del iPhone 17 Pro será su nuevo sistema de disipación de calor y autonomía, quizás la razón por la que en la invitación de Apple vemos su logo como siendo termo-fotografiado. Ese tipo de imágenes se utilizan para estudiar cómo se disipa el calor en un material u objeto.

El iPhone 17 Pro podría tener lo que ves arriba, un nuevo disipador de calor que utiliza vapor como método para mejorar la eficiencia y mantener su procesador y otros componentes mejor refrigerados, más fresquitos, situación en la que pueden continuar ofreciendo el 100% de rendimiento sin reducir su velocidad.
Ahora, según Instant Digital en Weibo, el iPhone 17 Pro podría tener una pantalla con un brillo superior que de manera temporal puede alcanzar los 2000 nits, significativamente más que ningún otro modelo de iPhone antes. La principal ventaja de conseguir un brillo tan alto está en poder utilizar el iPhone al sol. Cuando el sol incide directamente sobre la pantalla, es muy difícil ver lo que está ocurriendo pero con una emisión de luz tan potente, esta situación mejora mucho. Este brillo máximo de 2000 nits puede ayudar muchísimo a la hora de utilizar el iPhone en exteriores.
Sin embargo, pantallas con tanto brillo también traen un mayor consumo energético y una mayor generación de calor. Aquí es donde este nuevo sistema de disipación podría ayudar a conseguir incrementar el brillo sin que eso suponga un problema de calor para el resto de componentes. Además de eso, la batería puede tener también más capacidad y funcionar mejor dentro de un rango de temperaturas más adecuado. La principal razón de la degradación de muchas baterías es, además del paso del tiempo y el número de ciclos, la temperatura a la que se carga o descarga. De nuevo, si al cargar se consigue que el calor generado se disipe mejor y baja la temperatura de la batería, su vida útil se incrementa notablemente. El nuevo disipador de calor del iPhone también podría ayudar a mejorar ese ritmo de degradación de la batería, bajando su temperatura para poder cargarla más rápidamente y pudiendo utilizarla durante más años.
En última instancia, mantener una temperatura más baja del procesador del iPhone, con su GPU dentro, ayuda a mantener una tasa de fotogramas por segundo más estable y elevada en juegos 3D exigentes. Recordemos que actualmente ya es posible ejecutar juegos del nivel de una PS4 o incluso una PS4 Pro en un iPhone o iPad. Este tipo de juegos tan exigentes funcionará mejor en el iPhone 17 Pro gracias a ese nuevo e hipotético sistema de refrigeración que, quizás, Apple utilizará como principal novedad de la generación de este año, además de ese nuevo iPhone 17 Air con un diseño ultra fino de sólo 5,5 milímetros.