Una nueva ley en la Unión Europea intenta ahora obligar a Apple a que abra le mismo nivel de interoperabilidad que tienen sus dispositivos a otras marcas. Por ejemplo, hoy en día es simplemente imposible fabricar un reloj inteligente que tenga el mismo nivel de integración con un iPhone que tiene el Apple Watch. Para la Comisión Europea, esto es un claro ejemplo de competencia desleal en una plataforma que utilizan millones de personas.

Según declaraciones al Wall Street Journal, Apple dice que ofrecer a otras marcas el mismo nivel de interoperabilidad para sus dispositivos causa problemas de privacidad porque muchos datos del usuario estarían a disposición de esas empresas, y también argumenta que esto perjudica la innovación, además de que es una petición irracional.
Básicamente, argumentan lo mismo que argumentaron cuando les obligaron a permitir las tiendas alternativas de Apps. Pero esta interoperabilidad no se limita al Apple Watch, sino también a otros dispositivos, como los rastreadores Bluetooth, por ejemplo, o los auriculares. Esta falta de interoperabilidad impide, por ejemplo, recibir notificaciones en un dispositivo de otra marca si no se tiene su App abierta en ese momento. Es el caso de los relojes Pebble. El Apple Watch recibe notificaciones en cualquier momento porque son procesos en segundo plano de iOS los que se las sirven, y Pebble no tiene acceso a ese nivel del sistema.

La idea es que independientemente de la marca que fabrique el accesorio, unos auriculares se puedan conectar de la misma manera que unos AirPods, sin limitaciones ni más dificultades en comparación con los propios AirPods de Apple. Apple no sólo no permite esto, sino que además, muestra mensajes como éste cuando detecta AirPods de imitación.

Por ahora, Apple ha apelado esta nueva petición para intentar que no ocurra. Lo más probable es que sólo retrase la fecha en la que tengan que hacerlo, igual que ha ocurrido antes con todas las demás obligaciones legales que la nueva Ley de Mercados Digitales de la Unión Europea les ha impuesto.
Las multas por no cumplir con todo esto pueden llegar al 10% de toda la facturación de la compañía a nivel mundial. Pero, como suele ocurrir, estas multas pueden bajar mucho para que ciertas personas no se alteren demasiado en momentos críticos de importantes negociaciones.