Eso ha confirmado Steve Jobs a Walt Mossberg en el All Things Digital de este año (más conocido como D 2007), un evento organizado en el Wall Street Journal donde además de una entrevista al CEO de Apple, le reunieron en la misma charla con Bill Gates, charla que seguro que habeis vistro reproducida en dos millones de blogs.
En dicha charla, Jobs confirma a Mossberg que en Apple se están pensando mucho cómo permitir que el iPhone tenga acceso a software desarrollado por terceras compañías. Por lo visto, su principal preocupación es la propia seguridad del dispositivo. En palabras del propio Jobs, instalar muchas aplicaciones sin control sólo desembocaría en un iPhone inestable que se cuelga. Parece ser que la posibilidad más posible, valga la redundancia, es que Apple controle cada aplicación que sale oficialmente para el iPhone de manera que se aseguren en lo que puede y no puede ser instalado. Este control puede ser visto muy negativamente por la industria en general, y la excusa de que el iPhone se vuelva inestable me parece demasiado vaga – si un usuario instala algo, lo hace bajo su propia responsabilidad, y a mi me gusta que me dejen elegir, no que elijan por mi. Sobre todo después de la pasta gansa que el iPhone seguramente costará por estos lares. En cualquier caso, es una buena notica saber que de una manera o de otra, podremos instalar software en el iPhone; Jobs nos pide que tengamos un poco más de paciencia sobre este asunto, pero definiticamente no cierra la puerta, lo que significa que el iPhone no será una plataforma totalmente cerrada, sino más bien controlada.
No obstante, disfrutemos con una parte de la entrevista, en donde Jobs comenta y da algunos otros detalles, como que el iPhone efectivamente calza una versión completa de OS X aunque modificada para el interface táctil, sin menues contextuales, para luego no soltar prenda con más detalles… eso sí, nos muestra el primer iPhone jamás fabricado, y por ende, como él mismo dice, el primer teléfono que Apple haya fabricado jamás.