Tim Cook ha donado un millón de dólares para financiar la ceremonia de investidura o inauguración de Donald Trump en su segundo mandato como presidente de los EEUU de Norteamérica. La financiación es extraña porque ha sido Cook y no Apple la persona que ha decidido donar ese dinero. Es casi como si la donación tuviera que ser de Apple pero Cook hubiera decidido tomar esa responsabilidad para dirigir la atención hacia él en lugar de hacia la compañía, pero quizás nos equivocamos en esta impresión.
La noticia la ha dado Axios. Ahí cuentan que Cook fue a cenar al condominio de Trump, Mar-a-Lago, el mes pasado. Curiosamente, aunque ya no sorpresivamente, Elon Musk estuvo presente en esa cena. Musk ha alquilado un alojamiento al lado de Mar-a-Lago para poder garantizar que no se pierde este tipo de reuniones importantes, con figuras de primer nivel.
La razón de esta especie de tradición en la que grandes compañías o personas muy adineradas aportan dinero para algo como la inauguración de un nuevo término presidencial es normal en EEUU, un país en el que empresas pueden aportar dinero para apoyar a uno u otro candidato presidencial durante las elecciones como si eso fuera lo más normal del mundo. Lo habitual, no obstante, es donar decenas de millones de dólares. Un millón de dólares es una cifra que si bien puede sonar muy elevada, es relativamente pequeña en comparación con muchas otras donaciones, aunque las de un millón también incluyen empresas como Toyota, General Motors o Ford. Las personas o empresas que aportan este dinero esperan conseguir de alguna manera tratos de favor en la futura nueva administración, aunque esto es una regla no escrita. Obviamente el presidente se acordará mejor de esos nombres que han venido con un buen fajo de dinero bajo el brazo en el pasado.
Es importante tener en cuenta que Apple es el mayor pagador de impuestos del mundo. Nadie ni ninguna otra empresa aporta tanto en impuestos como Apple, resultado obviamente de sus enormes cifras de facturación. Por eso, es una empresa realmente importante en la economía de EEUU.
A esta inauguración han aportado dinero Amazon, Meta, Uber y el CEO de OpenAI Sam Altman, así como Goldman Sachs, Bank of America, y las casas de cambio de criptomonedas Coinbase o Kraken.
