Una de las grandes desventajas de los Macs con procesador ARM de Apple, es que uno no puede instalar en ellos prácticamente cualquier sistema operativo que quiera. Esa versatilidad se la daban los procesadores x86 de Intel, en torno a los cuales gira la inmensa mayoría de sistemas operativos mayoritarios que hay en el mundo. Perdida esa compatibilidad nativa, los Macs se ven reducidos al mundo de ARM y aunque afortunadamente Linux cuenta con muchas distribuciones para esta arquitectura, Apple no explica, por ejemplo, cómo funciona su GPU en detalle. No sólo eso, sino que tampoco ofrecen drivers para la misma, como sí que hacían para Windows en los Macs con CPUs x86.
Actualmente, gracias a desarrollos como el de Asahi Linux es posible instalar Linux en un Mac Apple Silicon, aunque sin explotar al 100% sus posibilidades. Funciona lo suficientemente bien como para utilizarlo para trabajar, como herramienta de desarrollo, pero va a ser a partir de ahora que ese camino en el que varias distribuciones de Linux serán instalables nativamente en un Mac con CPU ARM, se ha allanado. La razón es la versión 6.2 del kernel Linux que fue lanzada hace cuatro días. Este nuevo kernel (núcleo de Linux) es nativamente compatible con el M1.
Esto significa que los Apple M1 Pro, M1 Max y M1 Ultra podrán ejecutar futuras versiones de Linux con mucha más facilidad que todo el esfuerzo que ha supuesto Asahi Linux hasta ahora, en donde todo estaba hecho a base de ingeniería inversa, prueba y error, con muchísimas dificultades.
Ahora, es sólo cuestión de tiempo esperar a que aparezcan diferentes distribuciones para los Macs Apple Silicon, cada vez más depuradas y fáciles de instalar, y que además de macOS podamos también utilizar Linux con todo su enorme potencial y versatilidad. La compatibilidad con Windows 10 u 11, continúa estando reducida a la versión ARM de este sistema operativo con todo lo que eso supone, porque Microsoft aún no le dedica toda la atención y esfuerzo que emplea en la versión principal para procesadores x86, pero esto es posible que cambie en el futuro.