Steve Wozniak, ingeniero diseñador de los primeros ordenadores de Apple, el Apple I y II, gracias a los cuales la compañía pudo vivir sus primeros diez años de vida, es una persona realmente entrañable. Fue sin duda su forma de pensar abierta y colaborativa la que permitió construir esos primeros ordenadores de Apple, utilizando piezas que cualquiera podía comprar en el mercado de la electrónica del momento. No había chips únicos ni particularmente especiales en esos Apple I y Apple II, aunque sí que había un diseño de los mismos únicos en los que Wozniak ponía toda su sabiduría, para conseguir bajar el precio y obtener así ventajas enormes sobre los grandes ordenadores de la época, que costaban lo mismo que dos coches.
Por esa razón, tal y como nos cuenta en este vídeo, Woz aprendió cómo generar señales de vídeo, que conocía y comprendía, pero que hasta ese momento aún no sabía cómo se generaban en el propio ordenador. ¿Cuál era el objetivo de ese proceso? – conseguir conectar ese ordenador, que era básicamente una placa base con chips y un teclado externo conectado a la misma, a una TV normal y corriente. De esta manera, cualquiera con una TV (y todo el mundo tenía TVs en casa) podía conectar un ordenador, en el que ejecutar software, o escribir el suyo propio, desde aplicaciones hasta videojuegos. Este fue el gran logro de esos primeros ordenadores de Apple, y fue el comienzo de la informática personal tal y como la conocemos hoy en día. Los ordenadores dejaron de ser algo exclusivo de las grandes empresas.
En ese espíritu, Woz nos cuenta en este vídeo cómo eran esos comienzos de la electrónica, con TVs que utilizaban lámparas de vacío o tubo de vacío, cuyo nombre correcto en español es válvula termoiónica, a modo de amplificadores o conmutadores de señal eléctrica. Estamos hablando de unos años en los que aún no se había inventado el transistor, pieza clave y básica de la electrónica hoy en día. Un chip M1 de Apple tiene 16.000 millones de transistores, así que nos podemos hacer una idea de lo importantes que son. En esos años de las lámparas de vacío, Woz nos cuenta que era perfectamente posible reparar uno mismo una TV, cuando se estropeaba uno de estos tubos; Uno iba incluso al supermercado, y allí había una máquina de pruebas en donde se pinchaba, se comprobaba si funcionaba o no, y si no lo hacía, se compraba otro igual para poner en la TV y repararla. Esto, es algo que hacía todo el mundo, aunque también había tiendas de reparación de TVs y otros electrodomésticos en los barrios, en donde reparaban cosas más graves. En cualquier caso, son años que Wozniak añora, y que nosotros también, porque una vez que alguien compra un ordenador, debería ser posible repararlo o al menos intentarlo, bajo responsabilidad del usuario, ya que es suyo y sólo suyo. Estamos hablando del derecho a reparar.
Es cierto que hoy en día nadie va a cambiar un transistor estropeado en un chip – esto no es posible, y es cierto que con lo pequeños que son los componentes de un ordenador hoy en día, es imposible realizar reparaciones sin equipamiento muy especializado, mucha experiencia y un microscopio adecuado, pero también es verdad que Apple era conocida por facilitar la apertura de sus ordenadores para acceder a su interior, porque el diseño dentro del mismo era tan importante como el exterior. Hoy en día, ningún MacBook o iMac está diseñado para ser abierto por el usuario. Son tan delgados y están tan integrados, que si su caja se tuviera que abrir fácilmente, no sería posible hacerlos así de ligeros e integrados. De acuerdo, aunque ese punto de vista se puede debatir. Lo que sí que sería posible técnicamente hablando, es facilitar el cambio de ciertos componentes importantes, como por ejemplo, la CPU. Es posible poner la CPU en un zócalo, por ejemplo, para cambiarla por otra, de la misma manera que los cables flex que conectan muchos componentes, se pueden quitar y poner. Sería sin duda complicado porque ese zócalo no sería muy resistente o fácil de utilizar, pero no imposible. Nos gustaría que la industria en general, no sólo Apple, hiciera un esfuerzo por facilitar ciertas reparaciones al usuario, como por ejemplo el cambio de batería. Pongamos como ejemplo los AirPods; Hoy en día son un producto prácticamente desechable. Funcionan muy bien los primeros años, a partir del tercer año sus diminutas baterías empiezan a fallar, y la única solución es comprar otros. ¿Por qué no sería posible cambiar la parte del mástil de unos AirPods por otra con una batería nueva, sin necesidad de tirar todo el dispositivo? Técnicamente lo vemos perfectamente posible.
¿Por qué no se diseña una caja para AirPods con una batería fácilmente reemplazable, de quita y pon? Se podría hacer perfectamente, de la misma manera que hoy en día se puede cambiar la batería otros dispositivos muy pequeños, como por ejemplo una cámara GoPro. La razón por la que la caja de carga de unos AirPods no tiene una batería reemplazable, es porque, simplemente, Apple no ha querido hacerlo así, quizás porque se vería una línea de separación entre la parte de la batería y el resto de la caja… o quizás por alguna otra razón, como dice Wozniak en el vídeo, porque a las empresas les gusta sentir cierta sensación de poder. Nosotros no vamos a llegar tan lejos como a afirmar eso, pero sí que podemos decir que tanto Apple como el resto de empresas de la industria de la microelectrónica actual, podrían hacer mucho más por conseguir que sus productos fueran más reparables y accesibles para los usuarios, que son los que los compran, y los que los tienen en propiedad.