Cuando Apple presentó el último Mac Pro, llamó mucho la atención el diseño de agujeros que tiene su carcasa de aluminio, hechos como si unas esferas hubieran horadado una placa de aluminio macizo. El resultado, es francamente espectacular.
El nuevo monitor para el mercado profesional que sacaron después, el Pro Display XDR, también utiliza el mismo diseño en su parte trasera. Es una manera de convertir toda esa pieza de aluminio en un enorme disipador de calor.
Ahora, si te preguntas si esto se podría hacer en un iPhone… la respuesta es que sí, y no sólo se puede hacer, sino que Apple lo ha patentado. Aquí tenemos una nueva patente que ha conseguido registrar recientemente, en el que podemos ver un iPhone con un diseño que sigue las mismas pautas en su carcasa de aluminio.
En EEUU llaman jocosamente a este diseño rallador de queso, pero no se puede negar que un iPhone así tendría un aspecto bastante imponente.
En la patente se describe cómo la superficie de este diseño se incrementa, facilitando la extracción del calor generado por un componente inmediatamente debajo, que podría ser la CPU. Enfriar ese chip pasivamente es muy importante en un iPhone porque si se calienta demasiado, su rendimiento baja. Mantenerlo bien refrigerado es la manera de mantener también su rendimiento.
¿Te gustaría ver algún día un iPhone así? – a nosotros, sí, sin duda… aunque habría que ver cómo se comporta la resistencia al agua con un diseño así.