Apple vende un transformador, adaptador de corriente o cargador (cada uno lo llama de una manera diferente) de 20 W con salida USB-C que permite cargar rápidamente un iPhone, cargar un iPad (es el que entregan con esa máquina) o hacer funcionar un HomePod mini, ya que es el adaptador que entregan con ese dispositivo. Desde la actualización a iOS 14.3, el HomePod mini puede utilizar cualquiera de los dos, pero hasta hace poco sólo funcionaba con el de 20 W que es el que viene dentro de su caja. Sin embargo, si tienes uno comprado a Apple antes, ¿cómo puedes diferenciar ambos? externamente son casi idénticos, a excepción de una pequeña inscripción. En este artículo te enseñamos dónde está… porque no es nada obvio.
Si te fijas en la imagen de arriba, podemos ver el cargador en su versión para enchufes norteamericanos o japoneses (vía Daring Fireball). Verás que al lado de los pines del enchufe hay una pequeña inscripción que es gris claro sobre blanco. Es realmente difícil de ver, está claro que la ponen por cuestiones legales pero quieren esconderla al máximo, algo por otro lado incomprensible viendo lo importante que es averiguar la potencia de uno de estos dispositivos.
En el de 20 W existe una inscripción a un lado que lo indica. En realidad son 19,8 W, el resultado de multiplicar el voltaje por el amperaje (9V de salida a 2,2 amperios). Pero se redondea a 20 W.
En el cargador de 18 W hay una inscripción igualmente casi imposible de leer a simple vista, pero sin indicación de su potencia de salida en watios. Son 9 V de salida a 2 amperios, dando como resultado 18 W – pero la inscripción de 18 W simplemente no existe, para hacer las cosas aún mucho más complicadas. Este amperaje es la intensidad máxima que ese adaptador puede proveer, pero siempre puede dar menos de esa (nunca más). Apple ya no vende este dispositivo así que nos imaginamos que cuando salió a la venta simplemente no pensaron que ese dato sería importante, y lo corrigieron en el nuevo de 20 W, ligeramente más potente. A pesar de la pequeña diferencia, el HomePod mini no funcionaba con el de 18 W, y sí con el de 20 W, hasta hace pocos días.
Este es un ejemplo más de cómo hacer complicado algo que no tiene por qué serlo. El diseño es importante, pero no por encima de la usabilidad. Todas las fuentes de alimentación deben indicar claramente la potencia de salida de su corriente eléctrica, para que el usuario no tenga dudas sobre la misma. Esas inscripciones en gris sobre blanco casi parecen una broma de mal gusto. Además, es una inscripción al lado de los pines de los enchufes, que generalmente quedan contra la pared y por lo tanto no se ve siempre que está en uso, ¿tan difícil hubiera sido utilizar un texto en negro?
Apple tiene culpa en esto, sin duda, pero más culpa tienen los organismos regulatorios que exigen indicar ciertos parámetros en todos los dispositivos electrónicos y sin embargo pasan por algo el hecho de que apenas se puede leer a simple vista.