La importancia de crear tu propio sistema operativo y hardware en la debacle de Huawei que ya no puede actualizar sus smartphones

Hoy ha sido noticia la tormenta que está cayendo sobre la marca china Huawei tras la decisión de Google de dejar de apoyar sus dispositivos con cualquier software o hardware. Aunque hay muchos más detalles, esto simplemente significa que los usuarios de smartphones Huawei no recibirán actualizaciones del sistema operativo Android, dejándoles por lo tanto anclados en el pasado y muy probablemente con muchas Apps desactualizadas o directamente no instalables en un futuro cercano.

Logo de Huawei

Huawei puede utilizar las actualizaciones de seguridad de la versión Open Source de Android, pero incluso si opta por esa ruta, llegarán a sus smartphones mucho más tarde que a los del resto de marcas. En cuanto al sistema operativo en sí, ahora tienen que decidir si hacen su propio fork (versión) de esa versión de Android Open Source para continuar actualizando sus smartphones, pero incluso así, se perderán las Apps y servicios de Google, como Gmail, Google Maps, la tienda Google Play o YouTube, entre otras. Son varias de las Apps más utilizadas por muchos millones de usuarios en todo el mundo y sin duda será un golpe muy fuerte tanto para los usuarios que ya tienen un Huawei como para los que estaban considerando comprar uno. Además, es probable que necesiten bastante tiempo para conseguir su propia versión de Android,.

La noticia llega en el peor momento para la marca, porque estaban vendiendo mucho más que antes y el 2018 fue un año excelente para ellos, amenazando la segunda posición de Apple como mayor fabricante de smartphones del mundo. En España, de hecho, Huawei se ha convertido en la marca de smartphones que más ha vendido. Ahora, muchos de sus smartphones ven precios muy reducidos en los servicios de venta de segunda mano como Wallapop, porque de repente, son mucho más difíciles de vender que antes, ante el futuro que les espera.

La decisión de Google y otras compañías ha sido tomada tras la orden ejecutiva que el Presidente de los EEUU Donald Trump ha firmado para prohibir la transmisión de software o hardware a empresas como Huawei, consideradas por su administración como un riesgo para la seguridad del país. Otras empresas como Qualcomm o Broadcom, o la propia Intel, ya han anunciado que dejarán de enviar chips a Huawei, así que la marca también tendrá que buscar componentes alternativos de otras marcas no norteamericanas, algo harto complicado. En cuanto a las CPUs el problema no es tan grande porque Huawei diseña y fabrica sus propios procesadores ARM, los Kirin, y por lo tanto no dependen de terceros. Sin embargo, sí que dependen para muchos otros componentes clave sin los que es imposible fabricar un smartphone hoy en día.

Presentación del Huawei P30 Pro
Presentación del Huawei P30 Pro, foto de Eric Piermont / AFP.

Este problema que está teniendo Huawei ahora pone de manifiesto la importancia de crear tu propio sistema operativo, para tu propio hardware. Huawei, como todos los demás fabricantes de smartphones Android, dependen de Google para el sistema operativo de sus terminales. Apple, no… en Apple, sólo dependen de sí mismos para el sistema operativo, aunque en cualquier caso siendo una empresa norteamericana no hubieran tenido este problema.

Ahora habrá que ver si en China toman cartas en el asunto y preparan algún tipo de represalia contra empresas norteamericanas, entre las que se puede encontrar Apple. La prohibición de fabricar iPhones en China, por ejemplo, podría ser un golpe enorme casi imposible de solventar rápidamente para Apple y Foxconn. Estos últimos son una empresa taiwanesa pero sus fábricas están, en su mayoría, en la China continental. Aunque tienen fábricas también en India y en Brasil, esas son exclusivamente para fabricar terminales para esos mercados en los que los impuestos arancelarios a las importaciones causan subidas de precio que hacen el iPhone menos atractivo. Fabricándolos en esos mismos territorios pueden conseguir precios más asequibles y además pueden fabricar modelos menos actuales, ya descatalogados fuera de esos territorios, pero mucho más baratos en mercados en los que el precio es el factor más importante a tener en cuenta. Por lo tanto, Apple no podría utilizar esas fábricas en una eventual situación en la que el ensamblaje del iPhone no pudiera hacerse en China. Además, muchos de los componentes que forman un iPhone, tienen también su origen en muchos proveedores chinos que también se verían afectados. Veremos cómo se desarrolla esta historia en los próximos días.

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