Cuando Apple decidió ralentizar ciertos modelos de iPhone antiguos con baterías degradadas para garantizar que no se apagaban, cometieron un grave error; No informar a los usuarios antes de llevar a cabo ese cambio. Eso hizo que muchos usuarios notaran su iPhone más lento de lo habitual, sobre todo después de actualizar iOS, y las investigaciones que hubo posteriormente demostraron que, efectivamente, iOS estaba bajando el rendimiento del sistema deliberadamente. Muchos pensaron que era una función pensada para incentivar la compra de nuevos modelos de iPhone. Que era obsolescencia programada.
Aunque muchos usuarios no lo saben, y no tienen tampoco por qué saberlo, las baterías de iones de litio se degradan con el tiempo, incluso si no se utilizan. Especialmente tras los mil ciclos de carga y descarga, empiezan a perder capacidad aceleradamente, hasta que llega un momento en el que ya no se pueden utilizar más. Le pasa al iPhone, y también a los portátiles de cualquier marca, a los iPads o tabletas Android, a los relojes inteligentes como el Apple Watch o los Fitbit, a los juguetes o incluso a los coches eléctricos. Una de las desventajas de ese tipo de batería, es que envejecen, se degradan, y dejan de funcionar como el primer día. Cuando un iPhone tiene unos tres años, es cuando se acerca a los mil ciclos de carga y descarga y cuando se empieza a notar que ya no ofrece energía con suficiente potencia como para poder mantener la placa base, pantalla y resto de componentes funcionando. Si la CPU del iPhone, el componente que más energía requiere para funcionar, pide energía para funcionar a pleno rendimiento y la batería no la puede ofrecer, el sistema está programado para apagarse. Esto es lo que hace que un iPhone se apague sin más, aunque indique que tenga suficiente carga.
Apple, para evitar este problema, programó iOS para que al encender de nuevo el iPhone tras haberse apagado inesperadamente, baje los requerimientos de potencia de la CPU. Así, la batería degradada que alimenta al sistema sí ofrece suficiente potencia para hacerlo funcionar… aunque no a su rendimiento máximo. La CPU y la GPU funcionan a una velocidad menor para poder adaptarse a los límites energéticos que la batería instalada puede ofrecer. Esta es la razón por la que un iPhone, sobre todo si tiene un tiempo funcionando, empieza a funcionar más lento. Es mejor un iPhone encendido y lento que uno apagado e inutilizable.
El problema no es la decisión que tomaron, que es correcta, sino que Apple no explicó este sistema antes de ponerlo en funcionamiento.
Cuando Tim Cook tomó la decisión de explicar lo que pasó, ya era demasiado tarde y miles de webs en todos los idiomas apuntaban sus dedos hacia Apple. Por eso tomaron una buena decisión; Si el usuario tiene una batería degradada, o incluso si no la tiene, Apple se la cambiará por sólo 29 eurodólares, unas tres veces menos de lo que cobraban antes. Así, pasaron todo el año 2018 cambiando baterías por ese precio en las Apple Store. Apple esperó 1 o 2 millones de iPhones cuya batería habría que cambiar, pero se equivocaron. Durante el 2018, Apple ha reemplazado nada menos que once millones de baterías de iPhone en todo el mundo.
Eso, son muchas baterías. El dato viene directamente de Tim Cook durante la reunión all-hands que celebró en las oficinas de Apple el pasado día 3 de Enero. Delante de los empleados, mencionó el dato y lo el bloguero John Gruber, con muy buenos contactos trabajando dentro de Apple, recibió el dato también, obviamente sin citar el nombre de la persona que se lo dio.
Sin embargo, deja claro que ésta no es la razón por la que Apple ha revisado sus estimaciones de venta a la baja. La razón, parece ser, es que esos millones de usuarios que no actualizaron su iPhone a un XS, XS Max o XR se quedaron contentos con su iPhone antiguo, que volvía a funcionar rápidamente. De ahí que Tim Cook mencionara publicamente que habían tenido menos renovaciones de iPhone de lo esperado inicialmente. El impacto de aquella decisión en torno al reemplazo de batería por un tercio del precio habitual, ha tenido este impacto en las cuentas finales de la compañía… es lo que tiene incrementar la longevidad de utilización de un iPhone, y en el futuro, es posible que todos podamos utilizar el mismo iPhone durante cinco o seis años sin problema, más o menos el doble de tiempo que antaño, simplemente cambiando su batería por una nueva.