Donald Trump piensa que lo de las energías renovables sólo perjudica el futuro de las empresas de su país. Es por esta razón que el nuevo presidente ha parado en seco casi todos los compromisos en ese sentido que antes había firmado Obama, y ha dado luz verde a la construcción anteriormente bloqueada de un nuevo oleoducto que va desde Canadá hasta Houston, cruzando EEUU de Norte a Sur. Su idea es seguir quemando combustibles fósiles ignorando las influencias que eso puede tener en el cambio climático que estamos viviendo. Sin embargo Apple no piensa parar sus planes de reducir su huella ecológica y continuará fomentando sus granjas solares para mantener los servidores de iCloud que todos usamos encendidos, y muchas otras actividades, como mejorar el índice de reciclabilidad de sus dispositivos, no utilizar componentes tóxicos para el medio ambiente, etc.
Apple se ha unido a empresas como Microsoft, Wal-Mart, Amazon o Google en un comunicado en el que afirman que continuarán apoyando el desarrollo de energías renovables a pesar de la administración Trump. Piensan que además de ayudar a solucionar el problema del cambio climático, pueden también incrementar el crecimiento de empleo en EEUU, así como la competitividad del país. En total son 81 compañías que, según Bloomberg, firman continuar firmemente con sus inversiones en tecnologías que protejan el medio ambiente.
Es bonito ver a las más grandes compañías de tecnología del mundo oponerse a lo que Trump quiere hacer, pero también es importante recordar que son compañías que causan un impacto ecológico en nuestro planeta. Fabricar cientos de millones de smartphones no es algo muy ecológico que digamos… todos esos componentes, materiales, transportes, indudablemente contaminan. Reciclar esos componentes obviamente también ayuda, es muy importante, pero a día de hoy, no todo se puede reciclar. Es bueno que Apple y otras empresas intenten reducir su impacto, pero no hay que olvidar eso, es una reducción de un impacto ecológico que ya existe.
