En la gráfica de abajo, podemos ver con dos líneas cómo ha evolucionado la industria de la tecnología desde comienzos del año 2011 hasta la actualidad. Como vemos, desde la primavera del 2011, la industria ha tenido una clara recaída, lo que significa que los fabricantes de dispositivos electrónicos en general han vendido menos. La línea azul claro muestra lo que hubiera pasado si quitamos todo lo que Apple a facturado durante ese tiempo, y la línea azul oscuro, muestra lo que ha sido con lo que Apple ha facturado (es decir, lo que ha pasado en realidad).
Como podemos ver, todo el éxito que Apple ha tenido con la venta de sus dispositivos iOS (ahora la parte más importante de todos sus ingresos, de lejos) supone al mismo tiempo una parte muy importante de lo que ha facturado toda la industria en ese tiempo. De perder una parte importante de ingresos a más o menos mantenerse, y, al final, tener un buen subidón, es lo que significa una empresa como Apple ahora mismo.
En general la industria (compuesta en este cálculo por 500 compañías que la agencia de calificación de riesgo Standard & Poor’s ha elegido) ha crecido un 7,8%… y hubiera sido sólo un 2,7% si quitamos a Apple de esa lista.
Por supuesto, si suponemos que Apple no existiera, el resto de empresas también hubieran facturado más pero estamos sin duda en un momento muy dulce para Apple. De hecho, si sus acciones en bolsa siguen el ritmo de crecimiento que han tenido en los últimos meses, la capitalización de Apple en la bolsa podría superar el PIB anual de España no tardando mucho tiempo. Ahora mismo, sólo con el dinero que tienen en efectivo y sin repartir dividendos podrían poner sobre la mesa todo lo que hace falta para pagar, por ejemplo, el rescate económico de Portugal.
Vía: Business Insider.