Muchos ya no se acuerdan, pero hubo un tiempo en el que uno podía comprar Photoshop o Premiere Pro y utilizarlo indefinidamente. Ahora todo va por suscripción, y parece que el sistema funciona porque en Adobe están ganando más dinero que nunca. Sin embargo, también emplean tácticas muy cuestionables a la hora de gestionar las cancelaciones a sus suscripciones. Por ejemplo, si un usuario se de-suscribe, está obligado a pagar el dinero restante de su suscripción, al tiempo que además pierde instantáneamente el derecho a utilizar los programas de Adobe. Todo muy justo.
Esto es precisamente lo que han pensado también en el departamento de justicia del gobierno de EEUU, que ha decidido demandar a Adobe (PDF) por lo que consideran son prácticas de abuso contra sus propios usuarios.
Viendo lo que hacen en Adobe, nadie se sorprende. Ahora quedará por ver si el juicio sigue adelante, son multados con un dinero que realmente les duela, y si eso cambiará su política de de-suscripciones que, además de ser injusta, hace ridículamente complicado darse de baja. Es simplemente increíble que hasta ahora hayan podido salirse con la suya durante tanto tiempo.