El pasado mes de noviembre os contamos que Apple y Amazon habían sido multadas con más de 200 millones de euros en Italia por haberse puesto de acuerdo para vender productos de Beats y Apple de manera exclusiva para algunos vendedores en la web del gigante del eCommerce en este país. Hoy os contamos que un juzgado ha determinado que no procede cobrar esa multa porque el acuerdo entre Apple y Amazon no viola ninguna de las leyes anti-competencia de ese país. Tanto Apple como Amazon habían recurrido la decisión inicial argumentando que su acuerdo busca garantizar que los usuarios comprar dispositivos originales y que la multa que recibieron era injusta y desproporcionada.
Ahora una nueva decisión echa atrás esta multa. Apple se puede guardar 134 millones de euros, y Amazon 68,7 millones. Se han librado de tener que pagar estas multas. Ambas empresas argumentan que el único objetivo de su acuerdo es evitar la venta de productos de Apple o Beats de imitación. Según este acuerdo, la venta de los productos originales de Apple la pueden hacer sólo vendedores autorizados por ambos, y no cualquiera que supuestamente tenga el supuesto producto original. Por lo tanto, esto no viola ninguna ley anticompetencia europea, ya que un vendedor que tenga productos originales puede conseguir ese permiso y ofrecer el producto en la web de Amazon.
Apple lleva muchos años peleando contra copias de sus productos fabricadas en China, vendidas a una décima parte del precio de los originales. Estos productos son obviamente de menor calidad y en el caso por ejemplo de los auriculares inalámbricos de Apple o Beats se podría decir que no suenan tan bien pero al costar literalmente 20 o 25€ muchos potenciales compradores aceptan la diferencia de calidad a cambio de pagar tan poco dinero. Lo mismo se puede decir de muchas fundas, baterías externas, protectores de pantalla, cargadores (que pueden ser peligrosos, razón por la que es mejor utilizar siempre uno de marca reconocida) y mucho más. Apple ha llegado a ofrecer dinero por cargadores falsos a cambio de la compra de uno original, y hace años que demanda a empresas a las que puede encontrar que fabrican este tipo de dispositivos, pero no siempre es fácil incluso determinar de dónde vienen.
Por cierto, aunque la multa inicial alcanzaba los 200 millones de euros, fue reducida a sólo 173,3 millones tras comprobar que había un error de cálculo. Los errores en estas cosas pueden salir muy caros.
