El analista Ming Chi Kuo vuelve a sacar una vez más su bola de cristal para contarnos que Apple ha tenido que retrasar la inclusión de un sensor de temperatura corporal en el Apple Watch Series 8 porque, según dice él, no llegó a pasar las pruebas de fiabilidad que le estuvieron haciendo en los prototipos.
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Apple canceled body temperature measurement for Apple Watch 7 because the algorithm failed to qualify before entering EVT stage last year. I believe Apple Watch 8 in 2H22 could take body temperature if the algorithm can meet Apple's high requirements before mass production.— 郭明錤 (Ming-Chi Kuo) (@mingchikuo) May 1, 2022
Obviamente que los sensores biométricos ofrezcan datos fiables es realmente importante y más en uno como la temperatura corporal, que es tan fácil de comprobar con cualquier termómetro. Si lo que cuenta Kuo es cierto, tendría toda la lógica del mundo que Apple lo hubiera cancelado. El problema es que la temperatura corporal varía mucho en función del entorno en el que se encuentra el paciente. Por ejemplo, si nos exponemos al sol unos minutos, probablemente cualquier termómetro indicaría que tenemos un poco de fiebre, cuando realmente no es así. Este problema se soluciona con un algoritmo que decide si realmente puede ser una medición buena o no, y es precisamente ese algoritmo lo que dice Kuo que no funciona tan bien como se preveía.
Así, el sensor de temperatura corporal pasaría a ser una novedad del Apple Watch Series 9 que Apple podría presentar a finales del año 2023. Eso sí, tendría que pasar las pruebas que, hasta ahora, no ha podido pasar.
La pregunta que nos hacemos todos ahora es, ¿qué novedades tendrá el Series 8 si todo esto es cierto? El Series 7 nos trajo un nuevo diseño, pero no incluyó ningún nuevo sensor biométrico añadido a los que ya tenía antes. Por esa razón, el Series 8 se espera que traiga novedades en forma de nuevas capacidades, pero si medir la temperatura corporal no es una de ellas, la verdad es que nos preguntamos qué nos presentará Apple, probablemente dentro de unos cinco meses, que pueda ayudar a convencer a potenciales compradores o a poseedores de generaciones previas del Apple Watch que quieran actualizar el que ya tienen.