Todos sabemos aquí que el iPhone graba vídeo 4K a 60 fotogramas por segundo con una calidad impresionante. Si quieres darle un aspecto cinematográfico, con Apps como Filmic Pro es posible grabar también a 24 fotogramas por segundo, pero dejando de lado detalles técnicos, si hay algo que diferencia un vídeo amateur de uno profesional, es la estabilización… y no nos referimos a la estabilización que la lente de la cámara trasera gran angular del iPhone ofrece, ni a la estabilización digital, vía software, que se puede aplicar también. Estamos hablando de estabilización física y activa, con un dispositivo que tiene tres motores que se encargan de contra-restar movimientos bruscos en tres ejes con una precisión y rapidez espectaculares.
Con este tipo de estabilizadores, colocar el iPhone y andar grabando vídeo o moviendo el gimbal (que es como se llama el cabezal que sostiene el iPhone con sus tres motores) con el joystick que hay en el mando, podemos hacer movimientos perfectamente calculados, panorámicas, o incluso timelapses con movimiento programado, dejando el mando del estabilizador sobre una superficie con su propio trípode, mientras se mueve ligeramente con el paso del tiempo.
Este estabilizador concretamente cuesta 129€. Te puede parecer caro, pero es el precio que tiene grabar vídeo con una calidad mucho más alta, y estabilizadores de otras marcas, habitualmente también chinas, suelen costar bastante más dinero. No en vano, en Amazon tiene 1204 valoraciones con casi cinco estrellas a la hora de publicar este artículo.
La diferencia entre grabar una escena con el iPhone en la mano, y grabar con este estabilizador, no tiene comparación posible. Por muy suave que te muevas, nunca conseguirás mantener la verticalidad y suavidad de movimientos que ofrecen este tipo de dispositivos.