Con el lanzamiento del iPhone SE de segunda generación, Apple ha dado un golpe sobre la mesa al decidir ponerle un SoC (System on Chip) A13, como el que tiene el iPhone 11, aunque con un poco menos de RAM. Este procesador A13 es, de lejos, mucho más potente que el Snapdragon 865, que es el que llevan la mayoría de smartphones Android de alta gama hoy en día… muchos de los cuales duplican en precio al iPhone SE. Dicho de otra manera, el iPhone SE es mucho más rápido que cualquier smartphone Android de alta gama. Esta es la gran ventaja que ofrece diseñar tus propias CPUs y GPUs después de varios años de iteraciones con mejoras de velocidad que han ido llegando sin pausa, año tras año.
Un A13 Bionic tiene una GPU potente aunque no tanto como la de otros chips en cuanto a números, pero en una pantalla absolutamente nadie podría notar la diferencia. Cualquiera de los juegos modernos que hay para iOS o Android, hasta el más reciente, se mueve con una suavidad espectacular en un iPhone SE. Muchos fans de Android como sistema operativo dirán que este terminal tiene una resolución de pantalla más baja y eso ayuda a tener que hacer menos cálculos, y es algo cierto. Comparado con varias de las pantallas de un smartphone Android de alta gama, la resolución es más baja, pero de nuevo, es difícil conseguir ver un solo pixel a simple vista. La pantalla LCD de un iPhone SE es más que buena para la inmensa mayoría de personas, y recordemos, todo esto por 399 dólares.
Tener un A13 significa que estaremos en el año 2024 y una nueva versión de iOS, quizás iOS 17, se podrá instalar en el iPhone SE. Durante el año 2025, el iPhone Se continuará siendo un modelo de iPhone soportado por Apple, con la última y más segura versión de su sistema operativo instalada. Esto es algo que simplemente suena a ciencia ficción en el mundo de Android, en el que mantener actualizados sus terminales a la última versión de Android no es posible, o no es rentable, dando como resultado pocas (o ninguna) actualización y a menudo terminales a la venta que no traen de fábrica la última versión del sistema operativo instalada.
Todos estos argumentos, basados en hechos, no vienen de nosotros sino de otro lugar, concretamente la web centrada en terminales con Android como sistema operativo AndroidCentral. Es interesante ver cómo reconocen el valor de un iPhone SE y como piden a Google que copien la estrategia de diseño y fabricación de CPUs que Apple ha llevado a cabo con maestría en los últimos años. Es algo que se rumorea que Google podría estar preparándose para hacer, porque los snapdragon de Qualcomm, sin llegar a ser malos en absoluto, no son las CPUs más rápidas del mercado. Esas, son las de Apple, y sólo se puede encontrar en dispositivos como el iPhone, iPad, iPod touch, Apple TV o HomePod. Esta es la razón por la que se rumorea que Apple prepara un Mac con CPU ARM, como un A13. Este chip podría hacer funcionar un MacBook con soltura, sin ningún tipo de problema. De hecho, sin las limitaciones de una batería tan pequeña como la del iPhone, Apple podría incrementar el número de núcleos de las CPUs y GPUs que incluye en sus chips y conseguir, con facilidad, un procesador de ordenador portátil extremadamente rápido.
Apple diseña sus propias CPUs desde que adquirieron PA Semi en el año 2008 por 278 millones de dólares. Esta empresa se convirtió en la base del equipo de diseño de chips de Apple. Hoy en día diseñan también sus GPUs, que desde el primer día son competitivas con las mejores soluciones del mercado de otras empresas, como las de Imagination Technologies que utilizaban anteriormente. En los últimos 12 años este equipo de diseño de chips se ha convertido en uno de los mejores del mundo. Las CPUs de Apple, basadas en arquitectura ARM, rivalizan hoy en día con las de Intel, aunque al ser arquitecturas completamente diferentes las comparaciones hay que hacerlas con mucho cuidado.