Después del cambio de interfaz en iOS 7, llegó iOS 8 y 9, y estas versiones fueron de las que más bugs habían tenido hasta la fecha. Apple tomó nota de las quejas y consiguió que iOS volvier a ser tan estables como en sus primeras versiones. iOS 12 resultó ser realmente estable, además de considerablemente más rápido en terminales más antiguos, dejando a muchos usuarios muy contentos con el cambio. Sin embargo, con iOS 13 Apple ha vuelto a las andadas, y de nuevo, el número de bugs ha sido increíblemente alto, hasta el punto de que la compañía considerase iOS 13.1 como la versión verdaderamente buena que tenía que haber llegado unos días antes, pero que necesitaba un poco más de tiempo para ser estabilizada. Este año, ha sido la primera vez que sabíamos cuándo llegaba la siguiente versión importante incluso antes de que la primera estuviera disponible. Todo esto, sin duda, pone en evidencia la organización de Apple y la manera que tienen de probar las nuevas funcionalidades y que no estropeen otras funciones. Han perdido el control, en gran medida, y nosotros los usuarios, lo estamos sufriendo. En esta gráfica puedes ver cómo el número de bugs de iOS 13 ha sido el más elevado hasta ahora… superando incluso los peores años de iOS en cuanto a estabilidad. Cada una de estas barras indica el número de actualizaciones que ha recibido cada versión de iOS tras su lanzamiento inicial, durante los siguientes dos meses. iOS 12 es la que menos actualizaciones recibió, gracias a su estabilidad. iOS 13 ya es la versión de iOS que más actualizaciones ha recibido en esos dos primeros meses que estamos cumpliendo justo ahora.
Esto deja claro que Apple ha estado sudando para conseguir tapar los agujeros de seguridad de iOS 13 en estas ocho primeras semanas. Hemos llegado a ver que lanzan una actualización un viernes, día generalmente excluido de actualizaciones en todas las empresas para poder reaccionar sin un fin de semana en medio, y luego otra actualización más el siguiente lunes, inmediatamente después en términos de días laborables. Es una locura hacer disponibles actualizaciones de esta manera, aparentemente sin control, de un día para otro, a cientos de millones de usuarios en todo el mundo. Es incluso vergonzoso.
Conscientes de esta situación, en Apple van a cambiar la manera en la que diferentes equipos añaden su código al conjunto de lo que es iOS, según se ha podido saber por una reunión all hands con los responsables de desarrollo, liderada por el directivo responsable del desarrollo de software, Craig Federighi. A partir de ahora van a seguir el mismo método de desarrollo que se sigue en Google o Microsoft, aplicando etiquetas que indican la calidad de cada uno de los desarrollos que se añaden al sistema, con un código de colores; verde, para las funcionalidades probadas y que funcionan bien. Amarillo para las funcionalidades que aún no funcionan bien, pero más o menos funcionan. Rojo para las que directamente no funcionan o afectan a otros aspectos del sistema operativo.
Además de eso, se utilizará una escala del 0 al 5 para determinar la severidad de cada bug, siendo el 5 un bug poco importante, y el 0 un bug que molesta especialmente y debe ser corregido lo más pronto posible.
Todo esto nos lo cuenta Mark Gurman en Bloomberg y la verdad es que nos sorprende mucho que Apple no utilizara estos métodos de administración de bugs en el desarrollo de su sistema operativo o Apps, porque es algo simplemente básico para poder organizarse en un lugar en el cientos, sino miles de personas, pueden editar y modificar el código de los programas que hacen funcionar iOS.
El desarrollo de iOS 14 ya está siguiendo esta nueva pauta. Veremos si consiguen esa estabilidad que todos necesitamos y, de nuevo, deja de dar miedo actualizar iOS en nuestros iPhones.