No es lo mismo que un iPhone de verdad (sobre todo por esa caja tan cutre que a buen seguro será muy diferente en la versión auténtica, conociendo a Apple…) pero da el pego bastante bien, os podeis hacer una idea de cómo se sentiría uno al recibir el verdadero.
Ójala al iPhone de verdad se le pueda cambiar la tarjeta SIM tan facilmente, y ójala tuviera también un slot para tarjetas de memoria (si, 4 o 8Gb pueden ser más que suficientes pero una tarjeta también es útil para transportar imágenes o música a otro lado sin llevar el aparato encima, entre otras cosas).
Via: Applesfera.