El pasado viernes, fue el vigésimo aniversario del lanzamiento del iMac G4, el famoso e icónico ordenador de Apple con forma de lámpara que dejó a todos boquiabiertos en su momento y que incluso hoy en día, tantos años después, continúa causando admiración.
Parece mentira que hayan pasado dos décadas, en los que hemos visto a Apple multiplicar su tamaño hasta convertirse en un enorme gigante y en una de las empresas más valoradas del mundo, a lomos del éxito del iPhone, y de muchos otros productos.
El iMac continúa a la venta hoy en día, aunque con un diseño completamente diferente.
El iMac G4 tenía una CPU PowerPC G4 funcionando a 700 u 800 Mhz, hasta 1 GB de RAM funcionando a 333 Mhz y actualizable por el usuario, aunque abriendo la máquina era posible acceder a otro slot para ampliar hasta 2 GB, que obviamente era muchísima memoria RAM hace 20 años. Su unidad óptica era una SuperDrive capaz de grabar tanto CDs como DVDs, lo que hizo de esta máquina la herramienta ideal para crear DVDs caseros o incluso profesionales. El disco duro que tenía, convencional, podía tener una capacidad de hasta 60 GB.
Con este iMac G4, Steve Jobs declaró que el monitor CRT (de tubo de rayos catódicos) había muerto, y no le faltaba nada de razón. Lo más curioso de esta máquina, es que hoy en día, continúa pareciendo moderna, tantos años después. Eso dice mucho de ella, sin duda.