Parece que el final de la famosa solapa de la parte superior de la pantalla, tiene los días contados. O, mejor dicho, se ha pasado a los MacBook Pro y podría dejar el iPhone definitivamente, si nos creemos lo que nos cuenta Mark Gurman en su Newsletter Power On que, como cada fin de semana, envía a todos sus suscriptores.
El ex-bloguero y ahora periodista nos cuenta que el iPhone 14 podría tener un orificio para la cámara frontal en la parte superior de la pantalla, en lugar de una solapa como han tenido todos los modelos de iPhone desde el iPhone X, y exceptuando el iPhone SE. Esto quiere decir que, o bien el iPhone 14 no tiene Face ID (muy poco probable) o bien han conseguido integrar esos componentes en uno sólo que quede en el borde de la pantalla, como han hecho ya con el auricular, en lugar de tener que posicionarlo en la parte superior de la pantalla. También es posible que, de alguna manera, hayan conseguido poner esos sensores (un iluminador VCSEL entre ellos) debajo de la pantalla.
La cámara frontal, tendría ese orificio porque hasta ahora los smartphones Android que han salido con una cámara bajo la pantalla no han conseguido una calidad de imagen realmente buena para esa cámara, aunque el sistema funciona hasta cierto punto.
Además de esto, Gurman reitera uno de los rumores que llevamos mucho tiempo escuchando, que es un MacBook Air con un nuevo procesador M2, totalmente rediseñado. Se espera además de la nueva forma, llegue también en una buena lista de colores, como hace ahora el iMac de 24 pulgadas con M1.
Gurman espera también, igual que nosotros, un nuevo Mac Pro con una CPU de hasta 40 núcleos, y una GPU de hasta 128 núcleos. Esta máquina llegaría con un iMac con pantalla más grande que sustituya al de 27 pulgadas con CPU de Intel que Apple aún vende, y un nuevo Mac mini también rediseñado, y probablemente, con ese nuevo M2 que también utilizarían en el nuevo MacBook Air. Con todos estos ordenadores, Apple completaría la transición de todos sus ordenadores a procesadores ARM propios, tal y como prometió, en dos años.