Tal día como hoy, hace nueve años, murió Steve Jobs. Es un triste aniversario y realmente no nos olvidábamos de lo que estábamos haciendo en el momento en el que recibimos la noticia.
Fue un día después de la presentación del iPhone 4S, que hicieron obviamente otros ejecutivos de Apple. El iPhone 4 fue por lo tanto el último iPhone presentado por Steve Jobs, pero sus indicaciones y opinión fueron decisivas en varias generaciones posteriores de iPhone. Nueve años después su filosofía continúa siendo recordada en Apple, sin duda, pero los productos que estamos viendo a Apple lanzar estos años, ya no tienen su supervisión, o mejor dicho, su visión, algo que muchos echamos de menos.
Aunque nos preguntamos cómo sería Apple ahora de haber seguido Steve Jobs a la cabeza de la compañía, no podemos negar que Tim Cook ha hecho, o está haciendo, un buen trabajo. Ha llevado a Apple a cotas de facturación y popularidad nunca antes vistas en su historia, y se ha coronado como empresa más cotizada en bolsa en varias ocasiones. Dicho de una manera coloquial, tienen tanto dinero en efectivo que literalmente no saben qué hacer con él, aparte de sentarse encima. Quizás echamos en falta más concentración en la calidad del software de Apple, de manera que no suframos tantos y tantos bugs como hemos venido aguantando en los últimos años. Aunque la situación ha mejorado respecto a los últimos años, es cierto que lo deseable hubiera sido no tener que acordarnos de ellos. Probablemente Steve Jobs hubiera puesto su atención en este aspecto de la comprobación de la calidad del software de sus productos antes de que lleguen a los clientes finales.
En cualquier caso, sólo queríamos publicar unas palabras de recuerdo para el que fue un auténtico visionario y una de las figuras más importantes de la historia de la microinformática. Le echamos mucho de menos.