Una de las ventajas que tiene la nueva interfaz oscura de iOS 13 es que ciertos modelos de iPhone consiguen ahorrar energía, consiguiendo una mayor autonomía de la batería. Hoy, sabemos de cuánta autonomía se trata exactamente; Varía entre un 5 y un 12% más de autonomía si utilizamos este modo.
Esto ocurre porque los modelos de iPhone que tienen pantalla OLED consumen más energía cuantos más pixeles claros tengan encendidos en su pantalla. Cada pixel emite su propia luz, en lugar de utilizar una fuente de iluminación por detrás, que enciende toda la pantalla independientemente de lo que muestre, como hacen las pantallas LCD. Esto hace que una imagen con muchos pixeles negros consuma menos energía que representar una imagen con muchos pixeles claros. Teniendo en cuenta que la interfaz de iOS ha sido siempre muy clara, con un fondo blanco, algo tan sencillo como abrir la App de Ajustes hace que la pantalla consuma casi el máximo posible, sobre todo si tenemos el brillo muy alto. Las diferencias entre ese 5% y el 12%, dependen obviamente de ese brillo que haya configurado. En esta comparación, ambos modelos de iPhone 11 Pro tienen configurado el mismo brillo, y ambos son nuevos, así que la batería tiene el mismo nivel de degradación, prácticamente ninguno al ser nueva.
Nos lo cuentan en un vídeo de PhoneBuff, en donde hacen la prueba con un robot que en dos iPhones diferentes, uno configurado con la interfaz habitual con fondo claro y otro configurado con la nueva interfaz con fondo oscuro, realizan secuencialmente exactamente las mismas tareas.
En la actualidad, los modelos de iPhone que tienen pantalla OLED son el iPhone X, XS, XS Max, 11 Pro y 11 Pro Max. El iPhone 8, XR o 11, tienen todos pantalla LCD y por lo tanto tanto la interfaz oscura como la clara, tienen el mismo consumo energético.