Aunque pueda sorprender a muchos, los usuarios de Apple Pay en Canadá y en EEUU tenían que firmar la factura en algunos casos, cuando la cuantía de la compra era elevada. Esto provoca lentitud en las colas delante de la máquina registradora, cuando se supone que lo interesante de Apple Pay es simplemente acercar el iPhone y pagar sin más. El lector de huellas dactilares del botón Home o Face ID en el iPhone X verifican la identidad del usuario, y por lo tanto, en teoría no debería hacer falta la firma.
Mastercard anuncia hoy que esto dejará de ser necesario. La firma se utiliza, en teoría, para que el vendedor pueda compararla con la de la tarjeta y confirmar que son similares como método para verificar que se trata de su verdadero propietario. En la práctica, pocos usuarios firman la propia tarjeta, por detrás, y menos vendedores comprueban la firma. Además, es algo relativamente fácil de falsificar a poco que se entrene para conseguir imitarla. Antes, no tenía mucho sentido como medida de seguridad, pero ahora con Apple Pay, no tiene ninguno.
En España y el resto de países en donde Apple Pay está en funcionamiento nunca se solicita ninguna firma al utilizar Apple Pay en cualquier datáfono con capacidad de lectura de tarjetas de débito o crédito inalámbricas.