Una de las cosas que más diferencia iOS de Android es la rapidez con la que sus usuarios actualizan sus máquinas a nuevas versiones de cada sistema operativo. Según los datos que Apple da en el portal de desarrolladores y ha actualizado hoy, iOS 10 ya está instalado en el 76% de todos los dispositivos compatibles con esa versión.
La razón para que este hecho se repita año tras año, es obviamente que el mismo fabricante del hardware es el que hace el software, y eso supone conseguir una garantía de soporte durante varios años que cualquier usuario que compra un iPhone sabe que tiene en cuanto a actualizaciones de iOS. Por otro lado, cada vez que llega una nueva versión del sistema operativo, muchos desarrolladores saltan a esa nueva versión rápidamente porque las mejoras en librerías de desarrollo y posibilidades que ofrece el SDK de Apple hacen que merezca la pena el esfuerzo. Las nuevas funcionalidades son muy atractivas tanto para los desarrolladores como para los usuarios, que esperan verlas pronto en muchas Apps. Cada año, cuando actualizamos iOS, es como si tuviéramos de repente un iPhone o iPad nuevo que puede hacer más cosas. Los usuarios de iOS estamos acostumbrados ya a ese ritmo de actualización importante del sistema cada año.
En cuanto a Android, si bien las últimas versiones de este sistema operativo realmente están a años luz de lo que era hace 3 o 4 años, tiene mucho más difícil conseguir que sus usuarios actualicen porque el hardware, fabricado por muchas otras empresas, es a menudo muy diferente y poder dar soporte a todas las resoluciones de pantalla y otros detalles de esas máquinas es complicado. Por otro lado, muchos de los usuarios que compran un smartphone Android, lo hacen a través de una operadora de telefonía móvil y no buscan un modelo en concreto por ninguna razón; Mientras valgan para utilizar Whatsapp, jugar, bajar el correo y de vez en cuando ver alguna web, es más que suficiente. Si ya hacen todo eso, muchos no ven ningún incentivo en complicarse la vida y actualizar las máquinas… si es que pueden.
Por último, en muchos casos muchos fabricantes de terminales con Android publican sus propias versiones de Android, maquilladas con su propia interfaz y Apps, y eso hace que cuando haya una actualización del sistema por parte de Google, ellos tengan que trabajar también en actualizar su propia distribución de Android para sus terminales. Por esa razón, a menudo esas actualizaciones llegan meses, o incluso años más tarde… y en ocasiones, no llegan nunca, porque hacerla supone un coste bastante elevado para un fabricante que, desde el principio, tampoco está sacando tanto beneficio de la venta de sus smartphones, al contrario que ocurre con Apple, que vive en estos momentos sobre una montaña de dinero en efectivo de unos 230.000 millones de dólares.
