Mark Gurman ha vuelto a sacar su bola de cristal para contarnos algo que parece ser bastante sorprendente, relacionado con el único Mac que queda por convertirse a Apple Silicon, es decir, pasar a utilizar procesadores ARM propios de Apple, fabricados por TSMC: El Mac Pro.
Este Mac, que debe ser el más potente de todo el catálogo de ordenadores de Apple, estaba ya preparado para ser lanzado al mercado con una de las versiones potentes del chip M1, pero que finalmente la compañía decidió esperar para poder utilizar la versión más potente del nuevo M2, que llama M2 Extreme.
Esta declaración sorprende porque este tipo de decisiones, si se utiliza un M1 o un M2, se toman con bastante antelación, ya que hay que fabricar decenas de miles de procesadores, como mínimo, y además de las versiones más caras de producir de los mismos. No es algo que se decida sobre la marcha de un día para otro. Dicho de otra manera, no se puede tener listo para lanzar un Mac Pro sin tener ya miles de unidades fabricadas. Hacer algo así supone un enorme error que acarrea un grandísimo coste de producción, de transporte y de almacenaje que especialmente una compañía como Apple, tan especializada en mantener su maquinaria de logística bien engrasada, simplemente no omete.
Aquí podemos ver el vídeo de la entrevista en la que Gurman nos cuenta acerca de este supuesto cambio de parecer de Apple en torno al Mac Pro. Gurman dice también que el Mac Pro con M2 será anunciado a finales de este año y se pondrá a la venta en el año 2023, primavera o incluso verano, algo que sí que encaja con la logística de estas cosas, ya que como hemos indicado antes, se necesitan meses de preparación para poder fabricar tantas unidades.
