Algo en lo que parece que Apple no ha puesto demasiado empeño, es en el tema de la seguridad y privacidad en el iPhone. Mientras que es posible poner claves o códigos pin para acceder al móvil o la tarjeta Sim, como en cualquier móvil, lo curioso es que una vez has hackeado el iPhone (o el iPod Touch) es relativamente muy sencillo acceder a todo tipo de ficheros de configuración que no se encuentran encriptados. Es decir, cualquiera con un simple acceso SSH a la máquina podría leer claves, emails, agenda, palabras más utilizadas del diccionario dinámico (que se va creando según vamos tecleando mensajes), etc… sólamente, porque toda esta información está guardada en ficheros de texto plano sin ningún tipo de encriptación.
El usuario de iPhoneros Antonio (¡gracias!), nos envió un amable email apuntando a una entrada en su blog en la que explica con más detalle este tipo de ‘descuidos’ que a Apple más le valdría cuidar porque de lo contrario cualquier niño de 13 años podría conseguir todo tipo de información personal con tan solo tener el iPhone en sus manos.