Apple ha conseguido registrar una patente que describe pantallas OLED flexibles para ser utilizadas en un iPhone.
La patente describe de hecho no sólo la pantalla, sino también otros componentes electrónicos flexibles en una caja que puede cambiar de forma, como vemos en la imagen de arriba. A todos estos componentes se suman sensores que pueden registrar esta deformación, de manera que el contenido de la pantalla pueda cambiar en función de la forma que tenga, entre otras posibilidades.
La gran ventaja de un hipotético iPhone así es que sería mucho más resistente a caídas, ya que literalmente podría absorber la energía del impacto cambiando su forma como si fuera de goma.
Vía: Oficina de Patentes norteamericana, aunque las imágenes de la misma son bastante más amenas que el texto descriptivo.